Las sensaciones despiertan emociones. Expertos indican que para lograr descansar de forma adecuada, es necesario respetar quizás el momento más importante: dormir.
7:30 pm
En Venezuela, país consumidor de whisky por excelencia, para poder tomar un escocés de buena calidad, actualmente se debe disponer de al menos 50 mil bolívares que no estén comprometidos para las necesidades básicas. Esa noche del 31 de agosto en el último rincón del bar aparecia un poco más de un cuarto de botella. De aquellas que antes se podían comprar más baratas en la perla del Caribe, la Isla de Margarita.
8:15 pm
El primer trago da una sensación automática. Pensé que nunca podría tomar algo como eso de nuevo. Instintivamente se vienen las ganas de celebrar y, sinceramente estaba a cinco horas de iniciar la cobertura más tempranera en mis casi dos años de trabajo en el diarismo. Mientras me consumía en el sabor, daba vueltas en las redes sociales buscando información referente a los puntos de partida para la marcha que llamaron “La Gran Toma de Caracas”.
Se trató de una convocatoria nacional que se centraría en la capital, con la intención de expresarle a las autoridades electorales que la mayoría quiere el revocatorio al presidente. Mientras servía el segundo los pensamientos rondaban, creaban posibles escenarios, con distintos personajes en los dos puntos más álgidos que separan los estados Carabobo y Aragua.
8:40 pm
En el kilómetro 140 de la Autopista Regional del Centro está el Peaje de Guacara, este sería el primer punto donde algunos marchantes pudieran encontrar inconvenientes para pasar. En todos los antiguos peajes hay puestos de la Guardia Nacional Bolivariana por seguridad. Si existen escenarios de violencia, en términos de cobertura, sería ideal. Hay espacio a los lados, las garitas viejas pueden funcionar para cubrirte en caso de disparos, en el peor de los casos una sabana inmensa para correr. Siempre recomiendan pensar en todo.
Kilómetro 122 el Viaducto La Cabrera, posterior el túnel. Era el peor escenario para un conflicto, es un lugar con vías angostas.
9:15 pm
No había necesidad de pensar negativamente. Las cosas podían salir en paz y la gente llegaría tranquila a su marcha en Caracas. El tercer trago hacía que la atmósfera se relajara. Con este whisky tocaba dejar a tono la cámara, los objetivos que se usarían, cómo trabajaría de noche. Era justo estrenar un 35mm f1.8 todavía intentando acostumbrarme a usar un objetivo fijo, el equipo estaría completado por un 80-200mm f2.8 y el siempre fiel 18-55mm estándar. Las tarjetas de memoria listas, si la pauta lo permitía, grabar un video era una opción. Voy por el estribo, ya es tarde.
10:30 pm
El teléfono no dejaba de sonar con un grupo en la mensajería. Consejos, asignaciones de última hora, claves, mensajes, las horas de salida. No podía dejar de revisar el teléfono mientras el sabor de Escocia hacia su trabajo en mi cerebro. Las sensaciones estaban concentradas en la cobertura especial de un día importante en la historia de un país que tiene como especialidad marcar con paso fuerte cada uno de sus momentos. Que bueno formar parte activa de este y de muchos capítulos que se contarán en la historia de Venezuela.
La semana estuvo marcada por la reproducción de un documental relacionado a los momentos de violencia que se vivieron en un intento de golpe de Estado. En cadena nacional. 19 muertos y 73 heridos. Entre los muertos estuvo el fotoperiodista Jorge Tortoza, murió de un disparo certero en la cabeza mientras hacía la cobertura, esa imagen fue muy cruda de asimilar. Las historias no son todas iguales. El último trago del vaso, un mensaje con un “Te amo”, lo siguiente: tratar de disfrutar del sueño alcohólico durante unas 3 horas y media.
1:40 a.m primero de septiembre
Con la misma sensación de todos los días, la de ir tarde. Ya había apagado el despertador dos veces y solo tenía 10 minutos para salir a la redacción. Comida, agua, bolso con cámara, tres franelas y al ruedo. Las calles estaban desiertas. Los primeros rumores madrugaron. El servicio de inteligencia había dispersado a las personas en uno de los puntos, parece que estaban reunidos desde muy temprano.
2:00 a.m
-Buenos días Nataly ¿todo bien?
-¿Cómo andas Chuo? ¿Cómo viste la calle?
-Muy tranquilo todo, la verdad, ojalá la ciudad estuviera siempre así
No se escuchaban ni los perros. Muy cerca a unos 100 metros del edificio se comenzaban a concentrar algunos marchantes a la espera de los autobuses para ir saliendo bien temprano a la “Gran toma de Caracas”.
2:25 a.m
A través de las redes sociales informan que las autoridades usaron gas lacrimógeno y lograron herir con perdigones a un civil en la mano. Sin mucha discusión el rumbo apuntaba a la primera escena violenta del día en el Peaje de Guacara.
2:40 a.m
La Autopista Regional del Centro estaba despejada. Todo fluía con demasiada normalidad, no se veían autobuses pero faltando aproximadamente cuatro kilómetros 40 personas caminaban por la cuneta.
-Necesito esa foto, dije.
Bajé del carro mire a los lados, atravesé la autopista. Desde la caravana, los gritos.
-¡¿Quien es?! ¡Identifícate!
-¡Prensa!- El ruido de algunos carros se comía mis gritos. -¡Prensa!- volví a insistir mientras caminaba al encuentro
-¿Qué prensa?
-Diario Andromeda hermano
-¡Coño por fin! Exclamaron como quien encuentra un poco de esperanza en medio de un gran esfuerzo.
-Nos acaban de robar, nos quitaron todos los teléfonos
-Fuimos víctimas del hampa, gritaban los que venían rezagados
Nataly ya se había bajado del carro y venía cerca
-¿Desde dónde vienen?
-Venimos caminando desde los Guayos
-¿Hasta dónde van a llegar caminando?
-Hasta donde sea posible. Pero debemos intentarlo, si no salimos nosotros ¿quién lo hará?
-Cuídense, les falta un poco todavía para el peaje. No se separen, inquirí.
3:45 a.m
La madrugada era fresca soplaba una brisa fina mañanera, de esas que por instinto te llevan a buscar el café. Los autobuses empezaron a llegar y con ellos los pasajeros debían bajar y hacer una columna a un lado para ser registrados por efectivos de la GNB.
-Buenos días, me dirigí a un uniformado
-Dígame
-¿Puedo hacer unas gráficas del sitio?
-Adelante
Con la amabilidad que los caracteriza accedió sin mayor problema a mi petición, en el sitio estaban los uniformados de la GNB y un apoyo de la PNB.
4:30 a.m
El peaje empezó a tomar color, entre el sol que quería despegar y la noche que se negaba a morir, las luces rojas, blancas y amarillas de las unidades aparecían en el fondo, y el procedimiento amenazante se consumaba.
5:00 a.m
Los caminantes víctimas del hampa lograron llegar al peaje, consumidos por el espíritu aventurero. Venezuela es un país profundamente religioso, en situaciones de calle con posibilidades de conflicto los símbolos de cualquier religión tienen su puesto de honor en la manifestación.
Algunos autobuses pasaban sin ningún tipo de control, los ánimos se caldearon un poco, los escudos se agruparon cual procedimiento de soldados romanos y al unísono se escuchó la petición “si aquí nos revisan a nosotros que también los revisen a ellos”.
El error dentro de cada parte de ese super poderoso pueblo es que todavía no logra entender que no hay nosotros y ellos, que todos vivimos bajo el mismo techo, que todos pasamos las mismas necesidades mientras los políticos arman su circo. El pueblo sigue en la calles marchando como un bachaco sin antena.
En un acuerdo entre venezolanos, se abrió el paso en el peaje y en una emoción incontrolable la gente corría hasta los autobuses para seguir el camino que los llevaría a Caracas (faltaba el Túnel La Cabrera)
Próxima estación, El Túnel La Cabrera (esperanza)
En la distancia se escuchaba el coro de personas “si se puede, si se puede” y las cornetas daban un colorido sonoro a la tensión que reinaba en el límite entre Aragua y Carabobo.
El destacamento 149 de la GNB desde la parte de arriba del Viaducto empezó a desviar el tráfico que venía desde Aragua por la misma carretera desde donde veníamos llegando, en vista del portón abierto
-¿Subimos por esta rampa? dijo Nataly medio preocupada
-Ese portón está abierto, Naty, mira, no hay nadie
La inocencia de un gráfico los llevó a pensar que podía caminar libremente por la parte interna de un comando de la GNB.
-¿Para dónde van ustedes?, habló un capitán recio como su uniforme verde
-Para la parte de arriba del puente, buenos días replicó Nataly
-Ustedes tienen que pedir permiso, aquí adentro del comando no se pueden tomar fotos
-No estamos tomando fotos ,contesté, -solamente queremos llegar al sitio y como el portón estaba abierto pues…
Gritó con más fuerza abriendo una puerta principal
-¿Dónde están los dos puertas que estaban abajo? Ustedes dos vengan conmigo, no pueden permanecer en este sitio
Escoltados nos llevó hasta la salida mientras a gritos ubicaban a los dos soldados encargados de la puerta que nos dejaron subir la rampa. Para esos soldados una periodista, acompañada de un reportero gráfico no representaba amenaza alguna, para su superior representamos las huellas de una conciencia que por motivo desconocido todavía él no la quiere aceptar.
-Tú y tú, ¡vamos rápido! Se me paran firmes aquí
Consignas, pitos y cornetas, era la música de fondo mientras llegabamos a la parte más alta, una vía con una fila muy larga de autobuses y otra fila mas larga aún de personas que caminaban sobre el Viaducto para llegar hasta el piquete de los oficiales, allí tratar de explicar que lo único que querían era llegar a Caracas.
Los acentos comenzaban a resaltar a medida que llegaba más gente. Yaracuy,Lara, Zulia, Mérida y resto de la región central. Arengas iban y venían.
Motores acelerados. La primera unidad sin medir consecuencias movió el autobús de frente al piquete de la policía. La molestia se sentía en el ambiente. Los efectivos unieron los escudos y empezaron a empujar a las personas que querían abrir paso. Un funcionario le exclamó al conductor -si aquí se muere alguien guevón, vas preso tú” .
Parecía acatar la orden pero ya era tarde, el número de marchantes era superior. En un último intento el muro de la autoridad se abrió y el autobús logró pasar. Seguidamente una grúa con una buena parte de las unidades y personas celebraron mientras corrían a buscar su puesto dentro de las unidades.
Luego del incidente, buscando evitar males mayores el paso se abría cada 45 minutos, durante un cuarto de hora. Mientras las fuerzas duraron esa fue la tónica que se mantuvo en el Túnel La Cabrera.
Llegó el mediodía, con él la claridad de la situación, era imposible arribar a Caracas para el encuentro. El paso fue reabierto medianamente, marchantes con opiniones encontradas respecto a la decisión de volver y otros satisfechos porque la coordinación nacional logró mover gente.
De Escocia llegamos a la mezcla de caña, miel, pimienta, café y chocolate, algunos ingredientes con los que se elabora un buen ron caribeño. La jornada llegaría a su fin en un relajado estar con el sabor del Caribe haciendo lo que mejor sabe hacer: traer recuerdos alegres, cálidos como la costa y por supuesto alegres como nuestra gente. Como dice la canción “este es el único lugar donde se puede vivir de una ilusión”, con Caribe y mucho RON.
Todo ser que respire tiene algo que contar 